Descripción
Jesús Blázquez (Cebreros, Ávila, 1962) cursó la licenciatura y el doctorado en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid. Postgrado en Biblioteconomía y Documentación en la Biblioteca Nacional de España, ha participado en diversos congresos y conferencias en España, Austria, Reino Unido y Estados Unidos. Compagina su actividad profesional en el campo de la documentación con la investigación histórica. Publica artículos sobre las disciplinas de su especialidad. Durante los últimos años se ha dedicado al estudio de la Historia social de la cultura española desde la crisis de 1898 hasta el conflicto civil de 1936.
Jesús Blázquez ha publicado recientemente un largo artículo sobre uno de los protagonistas del libro: «Bernardo G. de Candamo, escritor modernista miembro de la Generación del 98» en el Boletín de la Asociación de la Prensa de Madrid, número 67, marzo de 2007.
Prensa
«Estamos ante un magnífico testimonio de la literatura y la vida españolas de comienzos del siglo XX». Luis García Jambrina. Crítico literario de ABC y catedrático de la Universidad de Salamanca
«Jesús Blázquez ha publicado un muy interesante epistolario (que ha pasado por desgracia desapercibido: aprovecho la ocasión para dar un toque de atención) entre Bernardo Candamo y don Miguel de Unamuno». Santos Sanz Villanueva. Crítico literario de El Mundo y catedrático de la Universidad Complutense, El Mundo
«Los investigadores tenemos que estar agradecidos por haberse desvelado este epistolario de principios del siglo pasado». José Carlos Mainer. Crítico literario de El País y Revista de Libros y catedrático de la Universidad de Zaragoza, Revista de Libros
«El lector reconocerá enseguida que estamos ante una obra producto de larga investigación, con información rigurosa y documentada, fruto del trabajo minucioso que permite avanzar en el conocimiento de Candamo, sin ninguna duda, pero también de Unamuno y, a través de ellos y su entorno, de la historia intelectual de la España contemporánea». Pedro Ribas Ribas. Catedrático Universidad Autónoma de Madrid, Cuadernos de la Cátedra Miguel de Unamuno
«Excelentísimo e interesantísimo. Junto al límpido retrato de Unamuno que el lector hallará en la introducción de Blázquez y en el epistolario, a este libro cabe la mucha virtud de vindicar la figura de Candamo». John Ardila. Universidad de Edimburgo, Bulletin of Hispanic Studies
«Hay libros que son todo un descubrimiento. El que hoy se presenta en el Club de Prensa de La Nueva España podría catalogarse dentro de tan selecto epígrafe». Luis Arias Argüelles-Meres. Escritor, La Nueva España
«El autor nos ofrece en esta obra una exhaustiva información sobre la estrecha relación literaria y humana que Unamuno mantuvo a lo largo de su vida con el escritor y crítico Bernardo González de Candamo. Un total de 97 cartas, de las cuales muchas son inéditas, dato que por sí solo da una idea del enorme interés del presente volumen». Antonio José López Cruces, Eikasia. Revista de Filosofía
«Interesantísimo». C. Alex Longhurst, Department of Spanish & Spanish-American Studies. King’s College de Londres, Bulletin of Spanish Studies
«Jesús Blázquez, con su libro «Unamuno y Candamo. Amistad y epistolario (1899-1936)», ha descubierto la figura de Bernardo G. de Candamo, personalidad del mundo de la cultura que, a pesar de su relieve, había caído totalmente en el olvido». Javier Rodríguez. Historiador, Director del Club de Prensa Asturiana. La Nueva España
«Unamuno consideró a Candamo como su mejor discípulo. Las cartas que le escribió son algo más que cartas, espléndida literatura». José Luis García Martín. Crítico literario y profesor, Universidad e Oviedo, La Opinión de la Coruña
«Los dos activos del estudio: la recomposición minuciosa de una amistad, a partir de la biografía de Bernardo G. de Candamo centrada en la relación de éste con Miguel de Unamuno y la edición de la correspondencia cruzada (caso no muy habitual) entre los dos interlocutores, un total de 97 cartas. A través de una y otra, el intenso movimiento de relaciones de todo el entorno de modernistas y noventayochistas de principios del XX». Pere Maragall i Mira. Profesor de Literatura, Institució de les Lletres Catalanes
«Hay que escribir cartas, cartas. No serán luego un clásico, como fueron la Carta a un joven poeta de Rilke, que tiene su equivalente no inferior en las que Unamuno escribió a Bernardo de Candamo». Olegario González de Cardedal. Catedrático de la Universidad Pontificia de Salamanca. Miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas. Tercera de ABC, 26 de agosto de 2008
«Estamos ante un magnífico testimonio de la literatura y la vida españolas de comienzos del siglo XX». Luis García Jambrina. Crítico literario de ABC y profesor. Universidad de Salamanca. ABCD Las Artes y las Letras
«Epistolar Unamuno y Candamo: amistad y epistolario (1899-1936), de Jesús Alfonso Blázquez y prólogo de Luis G. de Candamo. Asistirá Dolors Lamarca, Pere Maragall y Miguel Unamuno Pérez. Arxiu Joan Maragall. Alfons XII, 79. 19.30 horas». El Periódico de Catalunya
«Unamuno, el genio de los ajos crudos y las pajaritas de papel. Esas cartas, casi un centenar, acaban de ser publicadas en el libro «Unamuno y Candamo. Amistad y epistolario (1899-1936)», presentado días atrás en el Club …». La Nueva España
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«Tertulias de sobremesa. Unamuno y Candamo: amistad y epistolario (1899-1936), de Jesús Alfonso Blázquez González. Y, lo que es la vida, en este libro se narra que Unamuno pidió a Candamo que éste (…)» .El Adelantado de Segovia
«Jesús Blázquez presenta un libro sobre Unamuno y Candamo. El Club Prensa Asturiana de La Nueva España acoge hoy a las 20 horas la presentación del libro «Unamuno y Candamo. Amistad y epistolario (1899-1936)» La Nueva España
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«El segundo epistolario más numeroso de Unamuno tuvo destinatario asturiano. Blázquez (Cebreros -Ávila- 1962) asegura que «a través de las cartas Miguel de Unamuno se ve reflejado en Candamo». La Nueva España
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«Bernardo G. de Candamo, un asturiano desconocido de la Generación. Testimonio de ella son las 97 cartas que Jesús Blázquez publica en su libro, de las que 22 son de Unamuno a Candamo». La Nueva España.
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«Asómense a este libro, a esta presentación. Asistirán a todo un descubrimiento». La Nueva España
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«Homenaje a Bernardo González de Candamo en el Ateneo de Madrid. Durante la ceremonia de homenaje se presentó el libro ‘Unamuno y Candamo: Amistad y epistolario (1899-1936)’ de Jesús Blázquez y contó con… » El País
«Las cartas entre Unamuno y Candamo salen a la luz. El escritor Jesús Alfonso Blázquez González presentó hoy en la Universidad de Salamanca su último trabajo». Europapress
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Vídeos
Conferencia de Jesús Alfonso Blázquez González sobre la relación epistolar entre Miguel de Unamuno y Bernardo González de Candamo. En su libro Unamuno y Candamo se refleja dicha relación.
Santiago Riopérez, autor de Si preguntáis por mí, comenta los libros Unamuno y Candamo de Jesús Blázquez y El Silencio de la Cartuja de Enrique de Mesa en Las Noches Blancas de Telemadrid, 8 de abril de 2008. Caro Baroja habla sobre los Baroja durante la Segunda República
Un libro recopila las cartas cruzadas entre Miguel de Unamuno y Candamo
Escrito por Jesús Alfonso Blázquez, profundiza en la figura del autor bilbaino.
Bilbao. La casa de Bernardo G. de Candamo en Madrid la frecuentaron Alberti, Baroja, Azorín, Valle, los Machado, Paco y Julio Camba, el conde camarada Tolstoi e Illia Erhemburg, que iban a charlar en ruso con Don Bernardo. Pero este asturiano, un tanto desconocido, que compartió tertulia con los más grandes de la Generación del 98, tuvo un invitado muy especial con el que mantuvo una gran amistad durante más de 40 años: el escritor bilbaino Miguel de Unamuno.
Bernardo G. de Candamo comenzó muy joven su participación en el Madrid literario y cultural de fines del XIX y primer tercio del XX, y llegó a ser un prestigioso articulista y crítico literario. En 1899 asistió a una conferencia que pronunció Unamuno en el Ateneo de Madrid y surgió entonces una amistad entre ellos que se mantuvo hasta la muerte de éste. Testimonio de ella son las numerosas cartas que a lo largo de esas cuatro décadas se intercambiaron, en las que Miguel de Unamuno se muestra sin tapujos. Para éste, Candamo fue una especie de confidente, alguien a quien confiar determinadas opiniones y pensamientos, así como pedir noticias del mundillo literario de Madrid mientras éste se encontraba como rector de la Universidad de Salamanca.
El escritor e historiador Jesús Alfonso Blázquez González ha recopilado 97 cartas, de las que 28 corresponden a Unamuno, fechadas entre 1900 – cuando el escritor vasco contaba con 35 años y Candamo, apenas 19- , y 1922, y las ha publicado en un libro bajo el título Unamuno y Candamo: amistad y epistolario (1899-1936), que fue presentado ayer en el Ayuntamiento de Bilbao.
Sin duda, una de las fuentes documentales más importantes para conocer y entender a Unamuno es su rico, extenso y variado epistolario. En el archivo de la Casa Museo Unamuno, de la Universidad de Salamanca, se conservan unas 25.000 misivas recibidas, lo que permite hacer una estimación aproximada de las miles que él pudo escribir.
El epistolario entre Unamuno y Candamo es uno de los más importantes, en cuanto al número de cartas cruzadas con una sola persona, y, en la opinión de Jesús Alfonso Blázquez, «uno de los más atractivos».Ayer el libro se presentó en la ciudad natal del escritor, en el Salón Árabe del Consistorio bilbaino, cerca de la calle Sendeja, donde vivió de niño. Recuerda el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, que Candamo fue el informador de Unamuno de los ambientes y temas literarios del Madrid de ese primer cuarto de siglo y compañero del vasco en sus visitas a la capital. Le visitó en su destierro en Hendaia durante la dictadura de Primo de Rivera, régimen que también tuvo a Candamo deportado en Ciudad Real algún tiempo, y asistió en Salamanca al multitudinario acto en que se convirtió la última lección que en su Universidad leyó el 1 de octubre de 1934. Para el alcalde «estamos ante un magnífico testimonio de la literatura y la vida de comienzos del siglo XX y una manera excepcional de profundizar en la figura y en la obra de Unamuno».
‘Vasco por los dieciséis costados’
1900. Unamuno escribe a Candamo: «Acabo de recibir ‘Las Vidas sombrías’ del amigo Baroja a quien dedicaré uno o dos artículos. Baroja me interesa, acaso por ser paisano mío y desde que leí lo de Corominas, ando en deseo de meter mi cuarto a espadas. El vasco que ve Corominas, es caricaturesco, y falso por tanto. Toma la seriedad por tristeza lúgubre. Por mi parte, he de confesarlo, creo que traemos algo a la literatura española, una manera de ser; Baroja, Maeztu, Campión, Arzadun, yo mismo, somos de otra madera que la corriente aquí. De Soriano no habla; ese ni es vasco ni es de ninguna parte. No sé si conoce usted el artículo ‘Mi raza’, que me publicó ‘La Nación’, de Buenos Aires. Somos un pueblo poco y mal conocido. Y yo, ¿por qué no he de declararle mis flaquezas? Tengo metido en la cabeza que si algo significo es porque mi raza ha llegado en mí a conciencia de sí misma. Y tenga en cuenta que yo lo soy puro, por los dieciséis costados, porque Campión es descendiente de italiano, Maeztu, es por su madre Whitney, y Baroja, creo que también tiene sangre italiana o cosa así. En fin, éstas son niñerías»
Maite Redondo, DEIA
La fragua de una amistad
ABCD Las Artes y las Letras, número 817, 29 de septiembre al 4 de octubre de 2007.
La copiosa correspondencia entre Miguel de Unamuno y el joven escritor Bernardo G. de Candamo, que ahora se publica, ofrece un rico testimonio de la literatura y la vida españolas de comienzos del siglo XX. Miguel de Unamuno y Bernardo G. de Candamo. Amistad y epistolario (1899-1936). Jesús Alfonso Blázquez González. Prólogo de Luis G. de Candamo. Madrid: Ediciones 98, 2007.
Como muy bien sugiere el título, el interés de este libro de Jesús Blázquez es doble. Por un lado, reconstruye, de forma minuciosa y en el contexto de la época, la relación de amistad entre Miguel de Unamuno y Bernardo G. de Candamo (1881-1967), una figura menor, pero muy significativa, de la llamada generación del 14 o novecentista -nació el mismo año que Juan Ramón Jiménez-, aunque muy vinculado a la del 98. Por otro, nos brinda una solvente edición de las cartas que se intercambiaron a lo largo de los años, en su mayor parte inéditas. Sin duda, una de las fuentes documentales más importantes para conocer y entender a Unamuno es su rico, extenso y variado epistolario. No en vano el autor de Niebla fue un ser de palabras, alguien que se fue construyendo, día a día, a sí mismo a través de la escritura, no sólo de su obra literaria, sino también de sus numerosos artículos y, desde luego, de sus cartas.
Precisamente, en una de las que aquí se presentan, el escritor vasco llega a confesar que, según algunos de sus corresponsales de entonces, entre los que se encuentra doña Emilia Pardo Bazán, la carta es su «más especial aptitud». En el archivo de la Casa Museo Unamuno, de la Universidad de Salamanca, se conservan unas 25.000 misivas recibidas, lo que nos permite hacer una estimación aproximada de las miles que él pudo escribir. El epistolario entre Unamuno y Candamo es uno de los más importantes, en cuanto al número de cartas cruzadas con una sola persona, y, en mi opinión, uno de los más atractivos. En total, son 97 cartas, de las que 28 corresponden a Unamuno, fechadas entre 1900 -cuando Unamuno cuenta 35 años y Candamo, apenas 19-, y 1922, si bien la mayoría pertenece al primer lustro del pasado siglo.
Maestro. A través de ellas, podemos ver cómo se va fraguando la amistad entre el escritor ya consagrado y el que aún no ha definido bien su vocación. Si, para Candamo, Unamuno se convertirá pronto en el maestro del que todo se espera, para éste el primero será una especie de confidente, alguien a quien poder confiar sin tapujos determinadas opiniones y pensamientos, así como pedir noticias del mundillo literario de Madrid; también verá en él una imagen de sí mismo, cuando tenía su edad.
En cuanto a lo primero, cabe decir que la influencia de Unamuno fue determinante para el escritor en ciernes. En primer lugar, consigue apartarlo de la avasalladora atracción que sobre él ejercía el modernismo, una tendencia literaria que el escritor vasco rechaza con todas sus fuerzas en ese momento; después, le aconsejará que amplíe sus lecturas literarias con libros de filosofía, religión y otras disciplinas, lo que provocará una pequeña crisis en el joven escritor; y, por último, lo confirmará en la idea de abandonar la literatura de creación por la crítica literaria; de hecho, tan sólo publicará un libro, de poemas en prosa y con prólogo de Unamuno. En cuanto a lo segundo, son muy interesantes sus juicios -en ocasiones, cómo no, contradictorios- sobre Rubén Darío y algunos de sus compañeros de generación (Baroja, Azorín, Valle-Inclán) o sobre escritores que por entonces comienzan a despuntar, así como sus comentarios sobre sus primeras novelas, Paz en la guerra (1897) y Amor y pedagogía (1902), o sobre su propia poesía, en contraste con la que practicaban los modernistas, de moda en ese momento en España; resulta llamativo, en este sentido, ver cómo va difiriendo la publicación de su primer libro de poesías, que no aparecerá hasta 1907.
Sensibilidad y olfato. Bernardo González de Candamo, por su parte, a sus 19 años, demuestra ser ya un crítico con una gran sensibilidad y olfato literario (es uno de los primeros en darse cuenta de la enorme potencialidad de Juan Ramón Jiménez), lo que lo llevará a colaborar en muchos de los periódicos y revistas de la época.
En conclusión, estamos ante un magnífico testimonio de la literatura y la vida españolas de comienzos del siglo XX. Un epistolario, en fin, que se lee casi con la misma avidez que las célebres cartas de Rilke a un joven poeta.
La directora de la Biblioteca de Catalunya es complau a convidar-vos a la presentació de llibre Unamuno y Candamo: amistad y epistolario (1899-1936) , de Jesús Alfonso Blázquez González i amb pròleg de Luis G. de Candamo, publicat per Ediciones 98
Hi intervindran Luis G. de Candamo, Pere Maragall i Mira, Miguel de Unamuno Pérez i el propi autor.
L’acte tindrà lloc dimecres 2 d’abril de 2008, a dos quarts de vuit del vespre, a l’Arxiu Joan Maragall (C. d’Alfons XII, 79, Barcelona
Arxiu Maragall
Barcelona
Miércoles 2 de abril de 2008
19:30 horas

Ateneo Jovellanos de Gijón
Gijón
de marzo de 2008
19:30 horas
Club de Prensa Asturiana
Oviedo
Lunes 11 de febrero de 2008
20:00 horas
El segundo epistolario más numeroso de Unamuno tuvo destinatario asturiano
Presentado el libro que reúne casi un centenar de cartas entre el símbolo de la Generación del 98 y el crítico González de Candamo.
El epistolario entre Miguel de Unamuno y el asturiano Bernardo G. de Candamo es el segundo más numeroso de los que se conservan del que fuera figura clave en la Generación del 98. Casi un centenar de esas cartas de ida y vuelta, un diálogo íntimo a través del correo, se publican ahora en el libro de Jesús Alfonso Blázquez titulado «Unamuno y Candamo. Amistad y epistolario (1899-1936)», presentado ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA.
Es el diálogo entre un maestro y un discípulo, pero sobre todo es el diálogo entre dos generaciones. Blázquez (Cebreros -Ávila- 1962) asegura que «a través de las cartas Miguel de Unamuno se ve reflejado en Candamo. «No olvide con cuánta simpatía le sigue su amigo de verdad», le dice Unamuno en una de esas cartas». Había cercanía y un interés mutuo por conocer. Unamuno, rector en Salamanca, utilizaba a Candamo para informarse de lo que pasaba por los círculos literarios de Madrid. «Don Miguel aspiraba a ser el líder de la Generación del 98».
Hace ahora 108 años que Candamo, que tenía entonces 18 años, asiste en el Ateneo de Madrid a una conferencia de Unamuno. Fue la primera vez que se vieron las caras. Hubo sin duda buena sintonía, como lo prueba el hecho de que la primera carta que Unamuno, ya una primerísima figura, le escribe al periodista asturiano, tenía seis folios.
Antecedentes ilustrados
Bernardo González de Candamo había nacido un tanto circunstancialmente en París, pero de familia asturiana con antecedentes ilustrados. Fue un excelente crítico literario, escribió un único libro titulado «Estrofas» que no tuvo el éxito que esperaba, y sobre todo aglutinó alrededor de su persona a muchos de los grandes nombres de la Generación del 98 y el Modernismo. Fue íntimo amigo de Rubén Darío, y la persona que esperó en la estación la llegada del tren que desde Andalucía traía a Juan Ramón Jiménez a iniciar carrera literaria en la capital. Nunca se preocupó de recopilar sus entonces muy renombrados artículos en prensa y quizá por eso se trata de una personalidad un tanto perdida.
Candamo es, además, un hombre al que Unamuno intentó formar. «Don Miguel le recomendaba lecturas y le aconsejaba que se alejara de la bohemia de los cafés. Como persona generosísima que era le dio todo tipo de recomendaciones», asegura Jesús Alfonso Blázquez.
Las cartas que le envía Unamuno a Bernardo de Candamo no tienen desperdicio. «Unamuno pensaba que cuando escribía morían sus ideas, pero seguía escribiendo con pasión porque esperaba revivir cuando alguien leía sus cartas. Consideraba que eran sus cartas lo mejor de su producción literaria».
Veinte mil cartas
El acto de presentación contó con la presencia de Luis González de Candamo, el único hijo del periodista, fallecido hace 40 años («este libro sirve para rescatar la historia olvidada de mi padre»), y con Etelvino González, uno de los expertos asturianos en la vida y la obra de Unamuno, quien explicó que en la casa museo de Unamuno en Salamanca se guardan nada menos que veinte mil cartas recibidas por el autor de «Niebla». Jesús Blázquez abunda en esa idea y recuerda que «muchos de los pensamientos que desarrolla en sus cartas los plasma luego en los libros». Unamuno lo guardaba todo en sobres, hasta las facturas. Era cuidadoso y también lo fueron sus herederos. De las cartas enviadas por el rector de Salamanca, mucho más dispersas como es lógico, sólo se conservan unas 1.300.
En 1935, pocos meses antes de la muerte de Miguel de Unamuno, a González de Candamo se le tributa en el Ateneo del que era «eterno» bibliotecario un homenaje con 200 comensales entre los que estaban Azaña y Giner de los Ríos. Aquel festín le trajo consecuencias cuando acabó la guerra civil. Fue depurado y tuvo que firmar con seudónimos, el más importante tenía mucho que ver con Asturias: Iván d’Artedo, en recuerdo de la Concha de Artedo pixueta, uno de los escenarios de su niñez. «Aquellos seudónimos demuestran que siempre mantuvo la nostalgia por Asturias», proclamaba ayer su hijo.
Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid
5 de noviembre de 2007
19:30 horas
NOTA DE PRENSA DEL ATENEO DE MADRID SOBRE LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE JESÚS BLÁZQUEZ UNAMUNO Y CANDAMO: AMISTAD Y EPISTOLARIO (1899-1936) EL 5 DE NOVIEMBRE DE 2007 A LAS 19:30 HORAS EN EL ATENEO.
El Ateneo rendirá un homenaje a Bernardo G. de Candamo, escritor y periodista del 98 en el 40 aniversario de su muerte.
La ministra de Educación, Mercedes Cabrera, presidirá el próximo lunes un homenaje a Bernardo G. de Candamo, escritor de la Generación del 98, en el cuadragésimo aniversario de su muerte, acaecida el 9 de septiembre de 1967. En el acto también se presentará el libro ‘Unamuno y Candamo: amistad y epistolario’ (1899-1936) del historiador Jesús Blázquez, editado por Ediciones 98 y se inaugurará una exposición fotográfica dedicada a la figura de Bernardo G. de Candamo abierta hasta el día 10 de noviembre.
‘Unamuno y Candamo: amistad y epistolario’ rescata las noventa y siete cartas, inéditas en su mayoría, que se cruzaron entre ambos escritores y repasa la historia de sus cuarenta años de amistad.
Candamo sirvió a Unamuno como informador e intermediario en los ambientes literarios madrileños, especialmente entre los de los jóvenes escritores noventayochistas. Candamo fue el lazarillo del rector salmantino en sus andanzas madrileñas desde fines del siglo XIX hasta 1936, especialmente en aquellas que le conducían a sus charlas y a su tertulia en La Cacharrería del Ateneo de Madrid «SALVADOR» DE LA BIBLIOTECA DEL ATENEO
Además de su labor periodística como crítico literario y teatral, desarrolló una amplia actividad en el seno del Ateneo Científico, Artístico y Literario de Madrid desde su ingreso en 1901. Además fue socio Bibliotecario del Ateneo durante la Segunda República y «salvador» de su Biblioteca durante la Guerra Civil. Fue miembro electo de distintas Juntas Directivas y desempeñó el cargo de Socio Bibliotecario. Su labor le granjeó el homenaje de doscientos ateneístas en mayo de 1935, presidido por sus amigos Manuel Azaña, Fernando de los Ríos, Ramón del Valle Inclán, y Angel Osorio y Gallardo, entre otros. Durante la Guerra Civil fue el miembro electo de la Junta Directiva que mantuvo abierto el Ateneo y su Biblioteca.
Participó activamente en el Congreso de la Alianza de Intelectuales Antifascistas. En la posguerra fue represaliado y tuvo que utilizar el seudónimo Ivan D’Artedo para ocultar su verdadera identidad y poder firmar artículos en las escasas publicaciones periódicas que lo acogieron.
Su figura ha caído en el olvido, pero gozó de un gran prestigio como articulista y crítico literario y teatral durante el primer tercio del siglo XX.
Las cartas entre Unamuno y Candamo salen a la luz en una publicación del escritor Jesús Alfonso Blázquez González
(EUROPA PRESS).
El escritor Jesús Alfonso Blázquez González presentó hoy en la Universidad de Salamanca su último trabajo titulado ‘Unamuno y Candamo. Amistad y epistolario. 1899-1936’, una obra publicada por Ediciones 98 que recoge el intercambio epistolar entre Miguel de Unamuno y Bernardo G. de Candamo durante 40 años.
Blázquez González explicó que así quiere mostrar «la amistad entre estas dos personalidades» a través de un documento que se divide en dos partes. En la primera, el autor realiza un análisis de la relación entre estos dos miembros de la Generación del 98.
Asimismo, en la segunda mitad se recogen las 97 cartas que se cruzaron a lo largo de sus vidas; «son inéditas, salvo ocho», que ya fueron publicadas anteriormente, indicó.
En este sentido, se han ofrecido algunos fragmentos de las misivas pero «de forma muy fragmentaria, jamás se han dado a la imprenta en su totalidad», según el creador del libro.
Blázquez González destacó el «importante esfuerzo» para colocar en orden cronológico la correspondencia entre Unamuno y Candamo porque «la mayoría de las cartas no estaban fechadas». Por esto, fue necesario» un profundo análisis para ofrecer un orden correcto» y así facilitar la lectura, aseguró.
El escritor que ha realizado el libro, que consta de 410 páginas, mostró su deseo de que «resulte interesante» para todos aquellos futuros lectores.
Además, animó a los presentes a disfrutar de las misivas de los protagonistas de la obra, porque puso el ejemplo de que el mismo Unamuno creía que en estas tareas de la correspondencia con amigos y familiares era donde «sacaba lo mejor de sí mismo».
VII Jornadas Unamunianas organizadas por la Universidad de Salamanca
Casa Museo Unamuno
27 de septiembre de 2007
13:00 horas
Luis G. de Candamo, autor del prólogo de Unamuno y Candamo: Amistad y Epistolario (1899-1936), junto a Pablo de Unamuno, nieto de Miguel de Unamuno, durante la presentación del libro de Jesús Blázquez en el Aula Miguel de Unamuno de la Universidad de Salamanca . El Adelantado de Salamanca, 28 de septiembre de 2007, página 10.
Índice del libro
Prólogo: recuerdos de niñez y casi mocedad con Unamuno y Candamo, por Luis G. de Candamo
Prefacio del autor y agradecimientos
Primera parte
Amistad entre Miguel de Unamuno y Bernardo G. de Candamo (1899–1936)
Introducción
I
¿Qué significa la G de Bernardo G. de Candamo?
II
Los primeros años y los estudios en Oviedo y Madrid (1881–1897)
III
Los inicios de Candamo como hombre de letras (1897–1899)
IV
Candamo y los modernistas durante los años anteriores al trato con Unamuno: amistad con Enrique Gómez Carrillo y con Rubén Darío, también amigos de Unamuno (1898–1899).
Comienzo de la amistad con Enrique Gómez Carrillo
Amistad con Rubén Darío e inicios del modernismo en España
Candamo en las tertulias literarias madrileñas (1898–1899)
La Vida Literaria y el banquete a Enrique Gómez Carrillo (1899)
V
Conferencia de Unamuno sobre Nicodemo el fariseo en el Ateneo de Madrid. Candamo en Revista Nueva, donde conoce a Unamuno (1899)
VI
Comienza el intercambio epistolar entre Candamo y Unamuno.
Críticas de Unamuno al modernismo: literatismo y turriburnismo (1900)
VII
Candamo introductor de jóvenes literatos ante Unamuno:
Camilo Bargiela, Ramón de Godoy y Juan Ramón Jiménez (1900-1901)
Inicios de la amistad de Candamo con Juan Ramón Jiménez (1900-1905).
Candamo da a conocer a Unamuno la persona y la obra del poeta de Moguer
Unamuno da a conocer a sus amigos a Candamo: Arzadun, Grandmontagne, Tannenberg y Federico de Onís 82
VIII
Estrofas, primer y único libro de Candamo. El prólogo de Unamuno.
Promoción y críticas a la obra (1900-1901)
El prólogo de Unamuno a Estrofas
Estrofas, primer y único libro de Candamo
Promoción y críticas a la obra a cargo de Camilo Bargiela,
Ramón de Godoy y Joan Maragall (1901)
IX
Fiestas del Alma, el libro frustrado de Candamo en el epistolario con Unamuno (1901)
X
Candamo colaborador en revistas literarias noventayochistas y modernistas: Revista Nueva (1899), Vida y Arte (1900), Vida Nueva (1900), Lux (1900), Electra (1901), Arte Joven (1901), Málaga Moderna y Juventud (1901), Madrid Cómico (1902) y Helios (1903-1904) Revista Nueva, Vida y Arte, Electra y Vida Nueva, donde entra Candamo por recomendación de Unamuno (1899-1900)
Candamo en Lux (1900)
Candamo director literario de Arte Joven. Participación de Unamuno en la revista y opiniones sobre Picasso. El sorteo de quintas de Candamo (1901)
Candamo en Málaga Moderna, Juventud (1901) y Madrid Cómico (1902)
XI
Candamo pide a Unamuno que interceda ante José Lázaro Galdiano para que le procure traducciones del francés (1900-1901)
XII
Candamo confidente de Unamuno: opiniones de ambos sobre los hombres del 98, Pío Baroja, Azorín, Valle-Inclán y Maeztu (1900–1905)
XIII
Unamuno procura un empleo a Candamo en el Ministerio de Instrucción Pública (Noviembre de 1901–septiembre de 1902)
Candamo solicita a Unamuno una recomendación para publicar en Los Lunes de El Imparcial (1902)
XIV
El periódico Vida Nueva. Encargos de Candamo a Unamuno (Noviembre 1902 – febrero de 1903)
Candamo solicita una recomendación a Unamuno para trabajar en Diario Universal (1904)
Candamo en El Gráfico gracias a una recomendación de Unamuno.
Publicación de una carta de Unamuno a Candamo (1904)
Candamo en la revista modernista Helios (1903–1904) y en Blanco y Negro (1904–1905)
XV
Candamo ateneísta: sus primeros años y elección como Primer Secretario de la Sección de Literatura (1905). Homenaje a Navarro Ledesma (9 de noviembre de 1905)
XVI
Activismo de Candamo: homenaje a Larra, La Anarquía Literaria (1905), la memoria de la Sección de Literatura del Ateneo (1905), protesta contra la concesión del Nobel a Echegaray (1905) y el mitin de Unamuno en el Teatro de La Zarzuela de Madrid (1906)
Candamo en La Anarquía Literaria (1905). Artículo de Unamuno Conferencia de Candamo sobre la literatura española contemporánea en el Ateneo de Madrid (1905)
XVII
Candamo en La Lectura, Ateneo y Nuestro Tiempo (1905–1906).
Alejamiento del modernismo por influencia de Unamuno
Candamo consolida su posición laboral en el Ministerio de Obras Públicas gracias a Julio Burell (Enero de 1906 – enero de 1908) 151
XVIII
El mitin de Unamuno en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.
Conferencia de Unamuno en el Ateneo de Madrid: ideas de Unamuno sobre la juventud intelectual (27 de febrero de 1906) 153
La República de las Letras, colaboraciones de Unamuno (1905) y Candamo (1907)
XIX
Amistad de Candamo con José Ortega y Gasset. Candamo y Unamuno en Faro (1907-1908)
XX
Candamo en El Mundo (1907-1918)
Candamo traductor (1910-1911)
Candamo hombre de familia. Situación laboral en el Ministerio de Obras Públicas (1911-1919)
XXI
Summa (1915–1916): Candamo redactor jefe y Unamuno colaborador
Candamo en La Vanguardia (1911 y 1915-1916)
Candamo en El Fígaro. Colaboraciones de Unamuno por encargo de Candamo (1918-1920)
XXII
Banquete en honor de Unamuno. Colaboración de Unamuno en Los Aliados (1918). Unamuno en el Ateneo de Madrid (1914-1918): Conferencias (1914), estreno de Fedra en el Ateneo promovido por Cipriano Rivas Cheriff (1918)
Unamuno en Madrid, encuentros con Candamo: actividades en el Ateneo, Homenajes y estrenos teatrales (1914-1923)
XXIII
Candamo en el periódico La Nación (1918)
Candamo en la revista Cosmopolis. Su ideario como crítico literario (1919-1920)
Candamo en el periódico El Tiempo (Febrero–mayo de 1921).
Luciano de Taxonera y Unamuno (Primavera de 1922)
Escándalo de Unamuno en el Ateneo de Madrid, visita del vasco a
Alfonso XII y posteriores consecuencias (Primavera de 1922)
XXIV
El Directorio Militar castiga a Unamuno y Candamo por sus actividades en el Ateneo de Madrid.
Candamo traductor (1921–1924).
Candamo recibe una herencia (1923–1924)
Candamo deportado en Ciudad Real (Diciembre de 1925–enero de 1929)
Destierro de Unamuno. Visitas de Candamo a Unamuno en Hendaya (1924–1929)
XXV
Candamo regresa a Madrid (1929)
Candamo funcionario de la Segunda República
Candamo en El Imparcial (1 de enero de 1931 a 31 de mayo de 1933)
Candamo en el periódico Luz (1 de agosto de 1933) y en las revistas Sparta (1934) y Almanaque Literario (1935)
XXVI
El regreso de Unamuno a Madrid tras el exilio: Candamo en el banquete de Lhardy (Mayo de 1930) y en el homenaje de los estudiantes a
Unamuno celebrado en el Hotel Nacional de Madrid (6 de julio de 1931).
Unamuno en el Ateneo de Madrid (1930–1936): Presidente (1932–1935) y estreno de El Otro, crítica de Candamo
Unamuno en el Ateneo de Madrid durante la Segunda República.
Estreno de El Otro, crítica de Candamo. Candamo elegido bibliotecario del Ateneo
La última lección de Unamuno en la Universidad de Salamanca (30 de septiembre a 1 de octubre de 1934)
Unamuno Ciudadano de Honor de la República (15 de abril de 1935).
Homenaje a Candamo (17 de mayo de 1935).
Candamo Socio de Honor del Ateneo republicano. Amistad con Azaña. Candamo recibe las Palmas Académicas de la República Francesa
XXVII
Estallido de la Guerra Civil y muerte de Unamuno (1936)
Unamuno en sus cartas. Candamo divulga las cartas de don Miguel y edita los Ensayos de Unamuno (1941-1958)
Segunda parte
Epistolario entre miguel de Unamuno y Bernardo G. de Candamo
Introducción
Los epistolarios de Unamuno
Características de esta edición
Epistolario
Índice cronológico de cartas
Apéndices
Apéndice I: Prólogo de miguel de Unamuno a estrofas de Bernardo G. de Candamo
Apéndice II: «Miguel de Unamuno» por Bernardo G. de Candamo, El Fígaro, 14 de octubre de 1918